MI primita Sandra compro una parcela hace unos meses atrás. Y como ya esta lista, comenzo la ola de invitaciones a comer a su parcela los fines de semana. Esta vez me toco a mi, junto a unos amigos y los tíos. Aparte de una casa muy acogedora, un paisaje espectacular, y la buena atencion de siempre, aproveche de llevar al niño Kenos a paseo. Y aprendio muchas cosas de perro salvaje: saltar cercos, cruzar ríos, meter las patitas al agua, subir y bajar cerros empinados, perseguir queltehues. Con humanos, ajugar con niños y a no morderlos jugando. La lata es que fue casi casi perfecto: me sacaron un parte (que lata!)
En fin....
5 de noviembre de 2007
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